En primera persona me atreví a llegar
Todo era enorme y reluciente
Tan enorme que perfecto que mis imperfecciones no dejaban de gritar
Recuerdo y eso es cierto, venir desalmado y solo, con la mirada tajante y en cueros,
En mi casa me dejé las guías que hablaban de países lejanos y exóticos
y apenas entiendo de brújulas y de un norte magnético tan extraño y lejano
que no se siquiera definir
Me alejé de todo sin un objetivo común, algo sensato quizás
Solo sé que me obligué a salir de todo y a preguntarme dónde quedará la próxima luna,
la segunda estación antes de bajarme del tren
un tren demasiado rápido,
tan veloz que no conseguía ver a través del empañado cristal
que dividía la realidad de mi triste mundo irreal
El ultimo escondite, el más añorado y cálido antes del amanecer
Cuando el frio del mundo te recuerda lo fácil que es liarse a una cama
Procurando recuerdos y brazos tibios
Confieso que me arrojé al mundo y las dudas las dejé aparcadas en tí,
en la certeza de que serias un punto en mi cercanía
el horizonte perfecto con la certeza de una realidad posible
Un opiáceo persistente y voraz
La perfecta compañía para una escapada sin peligro o con el
La única y tangible versión de mí mismo
El fiel reflejo de ti, la voz de un recuerdo nuevo o antiguo qué más da……………………

Compártelo en...
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *