En esta única hora puede suceder de todo
Podríamos juntar los brazos, acercarnos el rostro, olernos la frente
Girar el torso, mirarnos de reojo, odiarnos hasta en la sombra
Descargar la mirada, bajar las manos, clamar piedad
Desvanecer el cuento, la ilusión, cerrar las calles, contrariar al viento
En esta única hora se puede caer el mundo
Escuchar al coro extraviar sus únicas notas musicales
manifestar un bostezo sin pudor alguno
aplicar la única sentencia que nos separe
Idolatrar al genio, verle ladrar, y de paso, reír como un niño cuerdo
Irnos a los puños, caernos a besos, morder el polvo
En todo este tiempo, en esta única hora, podríamos ser amigos
También los enemigos de los libros del aire
E inventarnos un desierto con millas de separación incluso
Ser como el hijo contra el padre reviviendo lo ya escrito
O como ellos contra todos
Ser el sollozo en la próxima curva, la que te hace desviar la atención
Todos cayendo, todos muriendo
Hay muchas variantes y pocos caminos
Ningún consejo será suficiente
Es solo ser, es no estar en esta habitación por una hora
Es procurar que las paredes no caigan, que la superficie quede impoluta
es olvidarse de reír, de subsistir
es quedarnos, callarnos, amarnos todo eso y más en solo una hora.